Cataluña ha incrementado su deuda pública en 12.000 millones de euros desde la llegada de Sánchez al poder

La Generalidad no ha tenido incentivos para controlar su endeudamiento desde la llegada de Pedro Sánchez al poder. Junts, ERC y el PSC han disparado la deuda catalana a niveles récord, aprovechando dos mecanismos: una falsa condonación de deuda, que traslada sus números rojos a los contribuyentes españoles, y un cupo catalán ilegal que aumenta sus ingresos y reduce sus aportaciones, también a costa del resto de España.

Según el Banco de España, la deuda pública catalana era de 77.740 millones en 2017, pero tras los privilegios concedidos por Sánchez, alcanzó los 89.700 millones en el primer trimestre de 2025, un aumento de 11.960 millones, casi el doble que el crecimiento de la deuda de Madrid (6.868 millones). Además, la deuda catalana representa casi el 24% del aumento total de las CCAA (50.033 millones), muy por encima de su peso económico.

La Generalidad ha aprovechado su posición privilegiada en las negociaciones para trasladar su deuda al resto de regiones y obtener ingresos ilegítimos. Inspectores de Hacienda denuncian que el cupo catalán rompe el sistema de financiación actual, al no estar regulado en la Constitución y violar los principios de igualdad y solidaridad.

A cambio del apoyo independentista a la investidura de Salvador Illa y para fortalecer a Sánchez ante los casos de corrupción, Cataluña obtendrá el control del IRPF, permitiendo que su Agencia Tributaria gestione la recaudación. Esto perjudicará al resto de comunidades, que dispondrán de menos fondos para servicios públicos, creando ciudadanos de primera y segunda clase.

Sánchez considera a los medios críticos un obstáculo, por lo que se pide apoyo para demostrar la verdad de estos hechos.