El Gobierno intenta desviar la atención de la corrupción con la prima de riesgo española

El PSOE intenta desviar la atención de los escándalos de corrupción que afectan al partido, con miembros del Gobierno centrándose en temas ajenos a sus competencias, como la prima de riesgo. La portavoz adjunta del PSOE, Enma López, y el ministro de Transportes, Óscar Puente, han destacado que la prima de riesgo española está por debajo de la de otros países desarrollados, recibiendo críticas por ignorar problemas más urgentes, como el caos en el transporte o los casos de corrupción en su partido.

Los comentarios de López y Puente han sido ridiculizados, con alusiones a que en el PSOE "ahora no importan las primas, sino las sobrinas". Además, expertos señalan que la prima de riesgo ha perdido fiabilidad debido a las compras masivas de deuda por parte del BCE desde 2012, que artificialmente redujeron el riesgo de países como España. El economista Javier Santacruz explica que el indicador ya no refleja la realidad, ya que depende más de las ventas de deuda del BCE que de la solvencia de los países.

El analista José Basagoiti critica que la comparativa del PSOE es engañosa, ya que España ha tenido mayor inflación acumulada que otros países del euro, lo que licúa la deuda a costa del poder adquisitivo de los ciudadanos. Además, el crecimiento económico se ha apoyado en la inmigración masiva, con posibles efectos negativos no económicos.

Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research, advierte que, aunque la prima de riesgo española es baja, la deuda pública sigue siendo un problema grave, con riesgo de estancarse en torno al 100% del PIB. El elevado endeudamiento, unido al aumento del gasto en pensiones, sanidad y defensa, supone una bomba de relojería para las finanzas españolas. Cardoso señala que el coste de financiación aumentará a medida que se refinancien los bonos a tipos más altos, agravando la carga financiera. larutadelosorigenes.es

En resumen, mientras el PSOE celebra la caída de la prima de riesgo, expertos alertan de que el verdadero peligro es el alto nivel de deuda pública y la falta de reformas estructurales para garantizar su sostenibilidad.