La trampa del IRPF "congelado": la gran subida de impuestos encubierta

La inflación no solo reduce el poder adquisitivo de los ciudadanos, sino que también genera ingresos fiscales adicionales para el Estado sin necesidad de subidas oficiales de impuestos. Un estudio aceptado en el *Journal of Economics* calcula que, en 2022, la falta de actualización de la escala estatal del IRPF según la inflación supuso 1.187 millones de euros en recaudación extra para España.

El análisis, realizado por los economistas José Félix Sanz y María Arrazola, se centra exclusivamente en la tarifa estatal del IRPF, sin evaluar otros elementos como deducciones o tramos autonómicos. Identifica dos mecanismos por los que la inflación incrementa la recaudación sin cambios legales:

- : La inflación empuja a los contribuyentes a tramos impositivos más altos sin que sus ingresos reales aumenten.

- : Las deducciones y reducciones pierden valor al no ajustarse al alza de precios.

Entre 2021 y 2022, la inflación acumulada en España fue del 12,57%, pero el Gobierno no actualizó los parámetros del IRPF, lo que derivó en una presión fiscal encubierta. Las clases medias y medias-altas fueron las más perjudicadas, especialmente quienes transitan por tramos intermedios.

- El segundo tramo estatal (20.200–35.200 euros) aportó 396 millones adicionales (35,6% del total).

- El tramo inferior (12.450–20.200 euros) generó 313 millones.

- Los tramos altos (60.000–300.000 euros) contribuyeron con 129 millones, mientras que las rentas superiores a 300.000 euros apenas sumaron 7,9 millones.

Aunque la penalización media por contribuyente es mayor en rentas altas (886 euros en el tramo superior), el grueso de la recaudación extra proviene de asalariados con ingresos medios. Además, más del 39% del sobrecoste afectó a contribuyentes en tramos superiores que absorbieron el efecto acumulado de tramos inferiores no actualizados.

El fenómeno también impactó a las rentas del capital, con un coste extra de 1,67 millones debido a la falta de indexación en su escala impositiva.

Los autores proponen institucionalizar una actualización anual de la tarifa estatal del IRPF, indexada a la inflación real (ajustada al 2% de estabilidad de precios) y corregida por la elasticidad de la base imponible (95% en España). Esto habría implicado un ajuste del 8,4% en 2022.

El estudio desmiente la idea de que la "progresividad en frío" requiere que las rentas nominales crezcan menos que la inflación: demuestra que ocurre incluso con rentas estables o decrecientes.

En conclusión, la falta de indexación no es un detalle técnico, sino un aumento oculto de la presión fiscal, sin transparencia ni debate, que afecta especialmente a las clases medias. El trabajo evidencia cómo se producen subidas de impuestos invisibles, sin votación parlamentaria.